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lunes, 2 de julio de 2007

porno terrorismo

Cuando estoy estresada

Estoy harta de estar estresada,
de ser una pervertida
que mira a las niñas con pubis de ovejita,
con ojos de lobo y colmillos de elefante.

Estoy estresada y harta
y salgo a la terraza
a regar a los periquitos
y a echarle el alpiste a las plantas
y me demuestro que me desfunciono
pues mis periquitos murieron ahogados
por causas extrañas hace ya una semana,
y las plantas,
están todas secas.

Me desfunciono sin saber si esto que padezco
es verborrea o diarrea.

Salgo a la calle a mear en cada esquina
y me pierdo entre muros de carne vestida,
hasta tropiezo con un reventa.

Compro la entrada al infinito, y al entrar…
sólo es un partido de fútbol.

diana

de Diana Junyent , poeta, narradora, performer y activista, quien realizó una performance que tuvo lugar en una fiesta queer celebrada en La Escocesa, un local ocupado de Barcelona ; recitó unos poemas que ella denomina “terroristas pornográfico”, sacados del interior de su vagina, envueltos en plástico.




Su último poema lo recitó encima de una mesa, masturbándose con un dildo. Todo esto transcurría con imágenes proyectadas, en segundo plano, de cuerpos mutilados por la guerra, cuerpos ‘malformados’, fotografías escatológicas. Convertía así su ejercicio narrativo en una experiencia de fusión de lo público y lo privado, del desenfado corporal y la abyección de las imágenes proyectadas.




¿es Diana un sujeto ilegitimo para hablar de la violencia y de las guerras fuera del discurso de los mass media? ¿este soliloquio tiene importancia como acto performativo? Derrida decía que los performativos, tomaban fuerza de la repetición descontextualizada de palabras de autoridad.

Estos videos, de los que ya somos consumidores, que podrían bien pertenecer a documentos TV, o a los telediarios que continuamente nos proyectan violencia como reclamo de atención, al ser visionados en un contexto donde el sexo y el placer, la poesía y los cuerpos gozosos se entremezclan, crea un efecto, produce una descongelación de estos signos.

No estaría mal preguntarse si los cuerpos marginalizados y patologizados, pertenecientes al ámbito médico o a los mass media pueden ocupar otros espacios de representación.

Diana, una vez más, desplaza los lugares de nombramiento de los cuerpos, los recupera de los hospitales, de las pantallas ‘privadas’ de televisión produciendo un efecto, produciendo un devenir en donde lo abyecto nos invade. Nos desanestesia con la movilidad que hace de los espacios públicos y con el acercamiento de lo privado a lo público.

El sujeto que realiza pospornografía no tiene el mismo reconocimiento social que el sujeto feminista (que no hace pornografía).

El sujeto posporno es marginal, incomoda porque nos sitúa ante nuestros prejuicios sociales, porque está estigmatizado, pero al mismo tiempo, en otro nivel, es reclamado por la necesidad de desaturar el concepto de feminismo, por la necesidad de nuevas políticas que se acerquen a nuevos intereses, necesidades y representaciones

más poemas de ella en su web http://www.tokioss.net/terrorismopornopoetico.html

2 comentarios:

Guille Chiliztli dijo...

Glup!
Quede pa dentro
fuerte lo suyo!
es legitimo si
pero me chocó
es valiente
no cabe duda

Elisa Fuenzalida dijo...

diana es la mejor!